jueves, 24 de marzo de 2011

Es Cuaresma


Hemos llegado al tiempo que esperábamos, a la época por la que suspiramos durante el resto del año, los días ya van teniendo otro color (aunque no pare la lluvia), las tardes son más largas y las noches menos pesadas. La luz llega a nuestros corazones estremeciéndolos cómo sólo este mes y poco que estamos viviendo lo puede hacer. Encuentras que los árboles empiezan a florecer y el sol pugna por adueñarse de un cielo que, esperas, pronto será de ese azul tan intenso que te hace soñar, despierto,  pero soñar al fin y al cabo. Los pájaros van volviendo a sus nidos y la naturaleza se va mostrando tal cual es, llega el momento.

Vas por la calle paseando y disfrutando de las tardes y los minutos que van pasando. Tu andar es más pausado que el resto del año, reflexionas más, sueñas despierto y ves la calle de otra forma. Los silencios son más profundos y más largos, los pensamientos son más coloridos y tienen hasta otros olores, esos que te llevan del Miércoles de Ceniza al Domingo más hermoso.

La sonrisa que perdiste con la entrada del otoño va haciéndose cada vez más grande. Te miras al espejo y empiezas a reconocer a esa persona que durante el largo y duro invierno has dejado de ser. La alegría se refleja en todo lo que vas haciendo y contagias todos tus actos de esas fuerzas que van volviendo poco a poco, muy despacito, sin correr, como andan los buenos pasocristo o los magníficos pasopalios.

Como los enamorados cuentan la vida por los años que llevan juntos, así vas tú anotando en las arrugas que se van apoderando de tu rostro. Te das cuenta que la vida ahora no la cuentas por los años que tienes, vas contando las Cuaresmas que llevas y los Domingos de Ramos que has pasado junto a los días que más esperas.

Porque la vida se cuenta por esos días a los que has dado por llamar la Semana Santa de tus Sueños.


Publicado en "La Voz de Ronda" 19/03/2011